Por Valeria Riquelme

A lo largo de mi vida he visto muchas series y películas, pero fueron las producciones que vi en una etapa especifica de mi desarrollo las que han tenido un impacto más significativo, ya que me llevaron a inclinarme por diversas carreras universitarias, todas muy distintas entre sí.
Todos tenemos al menos una televisión en nuestras casas, las que cumplen la función de transmitir imágenes y sonidos hacia un receptor. Este aparato lleva alrededor de 90 años entre nosotros y fue tal su impacto que en muchos casos remplaza a la radio.
He pasado mi vida entera frente al a este aparato, veo series, películas, juego, o simplemente la prendo para tener ruido de fondo cuando estoy haciendo otras cosas. No me imagino mi vida sin haber visto televisión, ya que me ha acompañado durante mi infancia, niñez, preadolescencia y lo que llevo de adolescencia.
Mi recorrido empieza en el “Discovery Kids”, viendo series como Barney, Caillou o Bob el Constructor. Estas series dejaron recuerdos inconscientemente, ya que era muy pequeña, pero noto su impacto cada vez que alguien me pregunta “¿podemos hacerlo?”, yo automáticamente pienso “sí, podemos”, con ritmo y todo.
Llegando a mi niñez, la televisión se volvió un punto clave. La veía cuando desayunaba antes de ir al colegio y cuando volvía me instalaba en el sillón frente a la pantalla y nadie me movía de ahí mientras veía “monitos animados”. Unos años después fue inevitable comparar con mis amigos qué series veíamos antes de ir al colegio en ese periodo de nuestras vidas; debo destacar que la mayoría veíamos, Jake Long el Dragón Occidental y Mandy y el Señor Bigotes. Esos años también fueron acompañados de las tradicionales películas animadas Disney, pero siendo honesta, solo me acuerdo de las películas de las princesas… filmes como Bambi y La Dama y el Vagabundo no rondan por mi memoria.
La preadolescencia es mi época con recuerdos más consciente de las televisión. De los programas como Hannah Montana, ICarly, Zoey 101, Zack y Cody y Jessie, utilizamos, junto a mis hermanos, referencias y momentos de las series que sin importar cuándo los mencionemos nos hacen reír. Por suerte para mis papás, a mis hermanos y a mí nos gustaban los mismos programas, por lo que todavía no habían peleas por el control remoto, pero cuando algunos de ellos entraron a la adolescencia la situación se puso un poco más complicada.
Cuando empezó mi adolescencia, mis hermano ya habían descubierto que en la televisión no solo existían los cuatro canales que siempre veíamos. “Fox”, “Home and Health” y “TNT Series”, aparecieron en las pantallas de mi hogar. En esos canales podíamos ver series policiales, de cocina y de construcción. Estos fueron los programas que más influenciaron mi vida, pero no con frases o referencias como todas las series anteriores, sino que me inspiraron para imaginar diversos futuros alternativos de mi vida, mostrándome escenarios con distintas carreras y estilos de vida.
De series policiales como Bones y The Mentalist nace la intención de ser criminalista forense y psicóloga. La primera serie me mostró que los huesos te pueden decir mucho de una persona, y me gustó la idea de poder encontrar a un criminal a base de lo que un hueso te contaba. Luego descubrí que los criminalistas forenses no solo trabajan con el material óseo, sino que también con el cuerpo entero y eso destruyó, de cierto modo, la emoción que tenía de dedicarme a esa profesión. Por otro lado, en la segunda serie mencionada es posible ver cómo uno puede descubrir cuando otra persona miente o dice la verdad, cuando está inventando cosas o está nervioso. Después de pensar dónde podía aprender a “leer” a las personas, me di cuenta de que la psicología es el camino que me puede enseñar a hacer ese tipo de cosas.
Las series dramáticas como Jane the Virgin y Grey’s Anatomy, me despertaron un gran interés en la administración hotelera y la medicina. La idea de manejar mi propio hotel, que me dio el primer programa mencionado, nunca ha abandonado mi cabeza, aunque creo que sería más útil estudiar ingeniería comercial para así poder, algún día, ser dueña de una cadena hotelera. La segunda serie me mostró la vida de los cirujanos en un hospital, lo que me hizo tener unas ganas increíbles de ser doctora, me gustaría poder ayudar a los demás y la medicina me da esa oportunidad, así que esta profesión se suma al abanico de opciones que con el tiempo he ido formando.
Si ahora hablamos del impacto que algunas películas o documentales han tenido en mí, podría mencionar que filmes como Un Papá Genial y Tiempo Para Matar, y documentales como Atleta A, me llevaron a querer ser abogada en un futuro. Si bien no todas estas producciones tienen un juicio como situación principal, sí muestran cómo la justicia ayuda a mucha gente y me gustaría ser una persona que ayuda a los demás y hace de mi país un lugar mas justo.
Fue así de rápido y fácil como cinco carreras se quedaron dando vuelta por mi cabeza, cinco profesiones de áreas distintas y en las cuales me puedo imaginar perfectamente. El impacto que estas series y películas me produjeron me dificulta la toma de una de las decisiones mas significativas de mi vida. ¿Qué se supone que deba hacer ahora?