Por Gerti Bargsted
Máster PNL – Magíster en Lingüística – Profesora Universitaria
Algunas personas tienen muy clara su vocación desde siempre pero la mayoría no. Tal vez tú estás en el segundo grupo, especialmente si tienes entre 15 y 25 años. Esto es algo completamente normal. A veces observamos a los demás y percibimos que muchos de ellos tienen, aparentemente, la película muy clara de lo que quieren hacer en la vida, incluso cómo y cuándo hacerlo. Pero, aunque te parezca extraño, la mayor parte de las personas tiene más dudas que certezas.
¿Cómo puedo resolver mi problema de incertidumbre respecto a lo que quiero hacer en la vida? ¿Cómo puedo descubrir lo que más me gusta, me divierte, me entretiene, me da alegría y me hace feliz?
Hay ciertas claves para llegar a la respuesta correcta de esas preguntas.
Es importante que yo reconozca mis talentos y habilidades. Es decir, aquellas cosas que me nacen espontáneamente y que realizo sin esfuerzo. Son cosas que disfruto hacer, aunque en ocasiones me canse. Cuando las hago tengo un sentido de propósito y logro, siento que estoy haciendo algo positivo, ya que mi atención y mi energía están ahí. Me beneficio yo y beneficio a los demás. Todos tenemos sueños y la mejor parte de los sueños es cuando se convierten en realidad, cuando nosotros los hacemos reales. Una forma de encontrar tu camino, tu vocación es hacerse las siguientes preguntas:
- ¿A quién admiro?
- ¿Qué le admiro?
- ¿Me gustaría hacer en el futuro lo que hace esa persona?
- ¿Me veo o me imagino haciéndolo?
Puedes comenzar investigando sobre esa persona. Si tienes la oportunidad de contactarte directamente con ella, puedes encontrar las respuestas a tus preguntas respecto a cómo logró el éxito, qué hace actualmente, y cuáles fueron los pasos que siguió para conseguir materializar su sueño. Si te es imposible conocer a esa persona directamente, puedes encontrar mucha información en internet y en las redes sociales: libros, fotos, textos, videos, entrevistas.
También te puedes hacer las siguientes preguntas a ti mismo. Ten por seguro que te ayudarán a ordenar tu mente y centrarte en lo que es realmente importante para ti:
- ¿Qué objetivos en general quiero lograr?
- ¿Cuáles son las limitaciones que creo tener en este momento?
- ¿Qué estoy dispuesto(a) a transar para lograr ese objetivo?
Cuando uno tiene menos de 30 años suele pensar que uno tiene MUCHO tiempo y eso que quiero lo voy a hacer “más adelante”. Craso error. El tiempo pasa volando y jamás se recupera. Mientras uno antes tome las decisiones importantes para uno mismo, más enriquece su vida y más la disfruta. Hay otros que ya lo están haciendo…